Más de 28 Años Al servicio de la comunidad de Huaycán
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EL SEÑOR DE LOS MILAGROS VUELVE A UNIR AL PERÚ Y AL MUNDO EN EL MES MORADO

La procesión más grande del Perú volverá este octubre con seis recorridos que llevarán la fe y tradición a distintos puntos de Lima. Entre las novedades más destacadas figura el retorno al Callao después, un gesto que une a las hermandades en diversos países y reafirma la devoción que trasciende fronteras.

No  se trata solo de un recorrido por las calles de Lima, la salida del Señor de los Milagros es un momento de encuentro espiritual, un acto de creyentes que une a millones de peruanos dentro y fuera del país. Este 2025, la imagen del Cristo Moreno no solo volverá a procesionar en el Centro Histórico de la capital, sino que traerá consigo hitos cargados de simbolismo y tradición que cada cierto tiempo se celebra.

Una de las principales novedades que informó el arzobispado de Lima, será el  regreso al Callao después de 22 años. El domingo 26 de octubre, el Cristo de Pachacamilla llegará al primer puerto en el Nazareno Móvil, llevando su bendición a miles de fieles chalacos que esperaron por décadas este reencuentro.

Pero la devoción no se queda en el Perú. Este año se vivirá la llamada “levantada mundial”, un gesto histórico que conectará a hermandades de París, Roma, Santiago de Chile, Caracas y otras ciudades en simultáneo. A las 12 del mediodía del 4 de octubre, cuando suenen las campanas en Lima, cada comunidad en el extranjero alzará el anda de su Cristo de Pachacamilla, mostrando que la fe en el Señor de los Milagros no tiene fronteras.

Además de las procesiones principales en Lima  que incluyen visitas a hospitales, templos y al propio Congreso de la República, el Santuario de las Nazarenas será el corazón de las celebraciones. Allí se oficiará misas diarias, desde las primeras horas de la mañana hasta la noche, y volverán las tradicionales Meditaciones Nocturnas, transmitidas en redes sociales para los devotos que no puedan estar presentes físicamente.

El mes morado trasciende  las procesiones, los rezos y las canciones religiosas. Es un tiempo de reflexión, de encuentro comunitario y de renovación de una fe que se mantiene vigente a lo largo de los siglos. Los recorridos del Señor de los Milagros nos recuerdan que, más allá de las calles, es en la vida y en el corazón de cada creyente donde la devoción sigue caminando.

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